EL MUSEO DEL ESCRITOR
Sr. Director
Mucho le agradecería publicara el siguiente comentario, relacionado con el artículo de René Avilés Fabila, titulado “¿Dónde quedará el Museo del Escritor?”.
El ex Oratorio de San Felipe Neri, es una joya arquitectónica del siglo XVII, construida por el arquitecto Cristóbal de Medina Vargas y está catalogado como Monumento Nacional desde 1960. Además, forma parte del Perímetro “A” del Centro Histórico, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad desde 1987. Todo ello obligaría a las autoridades a otorgarle un uso cultural que beneficiara a la sociedad en su conjunto. Eso dicen las leyes nacionales e internacionales sobre el uso y conservación del patrimonio, así como los convenios, igualmente internacionales, que nuestro país ha suscrito. Desespera saber que ese proyecto cultural, que coadyuvaría a preservar el monumento en beneficio de la sociedad, existe: el Museo del Escritor; pero las autoridades no responden. La Secretaría de Hacienda, que lo solicita, se ha caracterizado por hacer un uso privado y, muchas veces degradante, de nuestro patrimonio. Por ejemplo, el ex Arzobispado, un monumento del siglo XVIII, está convertido en salón de eventos especiales; la casa de Av. Hidalgo 78, del siglo XIX, que alguna vez fue museo y después se convirtió en “La Casita de Juárez”, hoy son oficinas sin acceso al público. El propio ex Oratorio ya fueron inexpugnables oficinas de Hacienda. Tiene razón René Avilés, el presidente Felipe Calderón es responsable, pero lo son más Sergio Vela (Presidente de CONACULTA) y Alfonso de Maria y Campos (Director General del INAH) quienes por ley, deberían proteger el patrimonio y procurar para él un uso que lo preserve y lo dignifique. Y el otro problema es precisamente el que se pregunta Avilés Fabila: ¿dónde quedará el Museo del Escritor? Un espacio dedicado a las letras mexicanas en las que nuestro país ha destacado incuestionablemente a nivel internacional (al menos no olvidemos, por favor, a Octavio Paz). Espero que nuestras autoridades consideren que un museo de esa índole merece una joya patrimonial como el ex Oratorio de San Felipe Neri, es ahí donde debe quedar; lo merecen los escritores, nos lo merecemos la sociedad; no así la Secretaría de Hacienda.
Dra. Martha Fernández
Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM
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